La distribución de la riqueza en el mundo es un fenómeno complejo y dinámico que está influido por diversos factores, como la economía, la política y la historia de cada nación. Algunos países se destacan por tener una concentración significativa de la riqueza en manos de una pequeña élite, mientras que otros muestran una distribución más equitativa.
En la mayoría de los países, se observó una disminución en la desigualdad en la distribución de la riqueza a principios del siglo XXI; no obstante, esta tendencia experimentó un cambio significativo tras la crisis financiera mundial de 2007-2008. Según el informe anual de Credit Suisse, la proporción de la riqueza global en manos del 1 por ciento más rico pasó de un 48 por ciento en el año 2000 a un 43 por ciento en 2008. Sin embargo, desde entonces, ha experimentado un aumento, situándose en aproximadamente el 45 por ciento.
Es importante destacar que la disparidad en la distribución de la riqueza varía considerablemente de un país a otro. De acuerdo con nuestro gráfico, en Rusia, el 1 por ciento de la población acapara casi el 60 por ciento de la riqueza nacional. Esta cifra supera significativamente a otras potencias incluidas en el informe, como Brasil, India, Estados Unidos, China y Alemania, donde la participación del 1 por ciento más rico oscila entre el 30 por ciento y el 48 por ciento.
En contraste, Japón y el Reino Unido se destacan como algunas de las economías menos desiguales dentro del G20 en este indicador. En ambos países, el 1 por ciento más rico posee alrededor de una quinta parte de la riqueza nacional, con un 18,8 por ciento en Japón y un 20,7 por ciento en el Reino Unido, respectivamente. Estas cifras ilustran la diversidad de situaciones económicas y la importancia de examinar la desigualdad a nivel nacional para comprender completamente el panorama global de la distribución de la riqueza.